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(LA NACION, Por Sebastián A. Ríos).- Un estudio
de investigadores argentinos confirma los efectos perjudiciales del tabaquismo
pasivo, pues revela que los hijos de fumadores inhalan tanta nicotina
como sus padres. El trabajo, realizado en colegios de la ciudad de Buenos
Aires, reveló que uno de cada tres alumnos de 9 y 10 años, hijos de fumadores,
presentaba niveles de nicotina en orina equivalentes a los de una persona
que fuma todos los días.
"Sólo el 45% de los chicos que participaron del
estudio presentaba niveles de nicotina en orina correspondientes a una
persona que no fuma y que tampoco está expuesta al humo de los fumadores",
dijo uno de los autores del trabajo, el doctor Julio Kaplan, investigador
de la Fundación para la Investigación y la Prevención del Cáncer (FUCA).
En otras palabras, agregó, "más de la mitad de los chicos que participaron
del estudio estaba expuesta en mayor o menor medida al humo del tabaco
de sus padres".
Un dato alentador es que la exposición al humo del cigarrillo dentro del
ámbito familiar puede ser disminuida fácilmente. El estudio de FUCA concluyó
que dar charlas educativas a los padres y entregarles autoadhesivos con
leyendas antitabáquicas redujo a menos de la mitad el tabaquismo pasivo
en sus hijos.
"Lo que probamos con este estudio es que un sencillo modelo de intervención
en la familia puede reducir la exposición de los chicos al humo del tabaco
dentro de los hogares", comentó el doctor Fernando Verra, asesor en tabaquismo
de FUCA.
En la Argentina, donde se estima que 40.000 personas mueren cada año por
afecciones relacionadas con el cigarrillo, no existen antecedentes de
este tipo de estudios. La investigación fue realizada con fondos del Programa
Vigía, del Ministerio de Salud de la Nación.
Humo en el hogar
"El tabaquismo pasivo representa un grave problema de salud, pues aumenta
el riesgo de cáncer de pulmón y de enfermedad cardiovascular, causa un
retardo del crecimiento fetal en las mujeres que fuman durante el embarazo
y una mayor incidencia y gravedad de las enfermedades respiratorias durante
la niñez", señaló el doctor Kaplan.
¿Cómo combatir el tabaquismo pasivo dentro del hogar?, fue la pregunta
que motivó el estudio de FUCA. El primer paso, relató Kaplan, fue realizar
una encuesta en tres escuelas primarias privadas de la ciudad de Buenos
Aires para obtener una muestra de chicos de 9 y 10 años cuyos padres fueran
fumadores.
"Decidimos trabajar con chicos de 9 y 10 años porque a partir de esta
edad es que posible hallar tabaquismo activo en la Argentina, y para los
fines del estudio era muy difícil distiguir su impacto del impacto del
tabaquismo pasivo", señaló Verra.
A los 53 participantes se les pidió una muestra de orina para realizar
análisis que permitieran detectar la presencia de nicotina. Para ser más
precisos, apuntó el doctor Verra, "lo que se midió fue la presencia de
cotinina urinaria, que es la forma en que se elimina la nicotina del cuerpo,
mediante una técnica denominada cromatografía líquida (HPLC, por High
Performance Liquid Chromatography )".
La medición de cotinina fue realizada en los laboratorios del Instituto
Alexander Fleming y del Departamento de Bioquímica de la Facultad de Medicina
de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
En el 30,2% de los niños, los niveles de cotinina urinaria fueron superiores
a 50 µg/l, valores habituales en fumadores regulares; en el 24,5%, la
cotinina osciló entre los 20 y los 50 µg/l, lo que corresponde a personas
no fumadoras expuestas al humo del tabaco; en el 45,3% restante, los valores
se ubicaron por debajo de los 20 µg/l, que se asocian con no fumadores
no expuestos.
"A los padres de los chicos se les ofreció una conferencia dictada por
especialistas en tabaquismo y cáncer de pulmón, con objeto de aumentar
la percepción del riesgo que conlleva el tabaco ambiental -explicó Kaplan-.
Además, se les entregaron folletos informativos y autoadhesivos con consignas
antitabáquicas (que apuntaban a que no fumen delante de sus hijos), para
que funcionen como recordatorios en los hogares."
A pesar de que pocos padres acudieron a las charlas educativas, la intervención
fue todo un éxito que los investigadores atribuyen a los autoadhesivos
y al material informativo. Un segundo análisis de cotinina urinaria realizado
tres meses después del primero reveló una reducción significativa de la
exposición de los niños al humo del tabaco. Mientras que el promedio de
cotinina de la primera medición fue de 57,8 µg/l, en la segunda éste cayó
a 23,5 µg/l.
"Los resultados de este estudio revelan que los padres son permeables
a intervenciones de este tipo que permiten reducir significativamente
los niveles de tabaquismo ambiental a los que están expuestos algunos
chicos en sus hogares", concluyó Verra.
El próximo paso, comentaron los investigadores, será realizar estudios
más amplios (preferentemente en escuelas públicas) que confirmen la eficacia
de dicha intervención, y alienten su implementación.
Entre la paranoia y el desinterés
"El momento en que realizamos nuestro estudio fue el peor que podríamos
haber elegido -comentó el doctor Fernando Verra-. Lo hicimos en mayo y
agosto de 2002, para que no variasen mucho las condiciones climáticas
de los hogares, lo que podría afectar los resultados del trabajo (en verano
los hogares están más ventilados que en invierno); pero fue justo cuando
comenzaron los secuestros exprés, por lo que el temor de los padres hacía
que no nos dejaran entrar en los colegios". Por otro lado, agregó, "fueron
muy pocos los padres fumadores que concurrieron a las reuniones informativas.
El grado de involucramiento fue inferior al deseable frente a la magnitud
real del problema".
Es peor cuando el que fuma en casa es el padre
Desde hace unos años, instituciones vinculadas con el cuidado de la salud,
como la Organización Mundial de la Salud (OMS), advierten sobre el avance
del hábito de fumar entre las mujeres.
"El aumento de la población femenina fumadora tiene un segundo riesgo:
la influencia materna sobre las conductas filiales", escribieron los autores
del estudio sobre tabaquismo realizado por la Fundación para la Investigación
y la Prevención del Cáncer (FUCA).
Sin embargo, los resultados del citado estudio sugieren que por lo menos
las mujeres fuman menos delante de sus hijos que los varones. Los investigadores
de FUCA hallaron que cuando es el padre el que fuma, es posible encontrar
cinco veces más nicotina en el cuerpo de sus hijos que cuando fuma la
madre.
"Cuando el familiar fumador era el padre, el nivel de cotinina urinaria
fue de 65,6 µg/l, similar a los 64,4 µg/l cuando fumaban ambos padres,
pero muy por encima de los 12,1 µg/l que tenían aquellos cuya madre era
la fumadora", se puede leer entre los resultados del estudio.
"Ha sido constatado que el tabaquismo de los padres está asociado con
un incremento del riesgo de tabaquismo en los niños -agregan los investigadores-.
Además, la edad de inicio determina el consumo ulterior, cuando en la
actualidad el 80% de los fumadores comienza a fumar antes de los 18 años."
Diplomáticos fumadores indignados por prohibición de la ONU
NACIONES UNIDAS (Reuters, Por Evelyn Leopold).- Los diplomáticos fumadores,
especialmente los de Rusia, México y República Checa, renuentes ante la
nueva prohibición de fumar en las instalaciones de la Organización de
las Naciones Unidas (ONU), pidieron al Secretario General Kofi Annan una
explicación.
En una reunión del comité de presupuesto y administración de la Asamblea
General celebrada el miércoles, varios delegados cuestionaron las bases
legales de Annan para imponer una orden así sin un voto de los estados
miembros y demandaron una legislación.
"Tendré la certeza, porque yo también soy un fumador, de que el secretariado
nos dé una explicación," dijo el embajador Hynek Kmonicek de la República
Checa, quien es presidente del comité.
El diplomático de México también abordó el tema y el delegado de Rusia
insistió en que la resolución de la Asamblea General del 2000 que prohibe
fumar en algunas, pero no en todas, las áreas todavía era válida. Por
lo tanto, los funcionarios de la ONU tenían que dar una explicación legal
de la prohibición total.
Annan anunció el pasado verano boreal que en las instalaciones de la ONU,
el último baluarte del tabaquismo en Nueva York, se comenzará a cumplir
la nueva y rígida ley contra el tabaquismo de su ciudad anfitriona.
Asimismo, citó razones de salud y costos de seguros en el edificio de
alto riesgo ubicado en la ribera este de Manhattan, que no tiene un sistema
de aspersión, e instó a la cooperación voluntaria.
Uno de los que protestaron con más ahínco contra la prohibición es el
veterano ruso y embajador ante la ONU, Sergei Lavrov, un fumador consuetudinario.
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